Agrupación Agustín Magaldi

Se cumplen 103 años del natalicio de Nelly Lainez

La actriz nacía en 1920 en Buenos Aires.

Nelly Láinez nació en Buenos Aires; el domingo 11 de enero de 1920.
Su nombre real era Nélida Rotstein, fue una actriz y comediante argentina. Adquirió popularidad principalmente en televisión gracias a su caracterización del personaje Isolina en La tuerca, durante las décadas de 1960, 1970 y 1980.

Inició su carrera en la radio para incursionar posteriormente en teatro y cine. A lo largo de su vida, integró alrededor de treinta películas, como Cinco grandes y una chica (1950), La mejor del colegio (1953), Canuto Cañete y los 40 ladrones (1964) y Gran valor (1980).​ Por lo general, interpretaba papeles de solteronas rechazadas y poco agraciadas físicamente que eran el blanco de las bromas. Desde los años de 1960 se destacó en televisión e intervino en populares ciclos cómicos como La tuerca y Operación Ja-Já que acrecentaron su reconocimiento.

Luego de un período de inactividad, su participación en los programas de televisión de Antonio Gasalla en la década de 1990 le proporcionaron un resurgimiento a su carrera. En 1996 recibió el premio Podestá a la trayectoria por parte del Senado de la Nación Argentina.

Nació en 1920 en una vivienda de la avenida Rivadavia frente a la Plaza del Congreso. Su padre, Jacobo Rotstein, era un inmigrante judío de origen polaco y había migrado a Estados Unidos en la década de 1910, donde contrajo matrimonio y tuvo dos hijos.​ Luego de un accidente doméstico en el que murió su esposa, se radicó en Argentina, donde se casó nuevamente con una profesora de piano y tuvo una hija, Nélida. Desde pequeña, fue educada principalmente por su padre ya que su madre afrontaba serios problemas de salud.​

Durante su juventud, Láinez se desempeñó en la mercería de su familia4​ al mismo tiempo que estudiaba piano, declamación y zapateo americano, disciplinas muy practicadas en esa época. Con poco interés en los estudios escolares, solía diseñar sus propios personajes y representarlos en la intimidad a modo de entretenimiento.


Debido a problemas financieros, a los doce años se ofreció a una prueba en Radio Porteña junto a su hermana​ tras una larga insistencia a su madre. Fue así como fue convocada para participar de extra en un radioteatro policial. A pesar de la oposición del director, que las había rechazado anteriormente, interpretó a una dama española en el ciclo dramático Ronda policial (1936), junto a Guido Gorgatti.​

Luego trabajó en radio con Olga Casares Pearson y Ángel Walk. Dirigida por Armando Discépolo, incursionó en una escena erótica en un programa de Narciso Ibáñez Menta. Fue partícipe del radioteatro El otro por Radio El Mundo y años después se destacó como consultora sentimental radiofónica en Amalia Paz, consejera del hogar y del corazón, uno de sus trabajos radiales más relevantes.​ Además, participó en Monsieur Canesú con Fidel Pintos —con quien forjó una gran amistad—, Ñato Desiderio con Mario Fortuna, y Radioteatro Lux.

Integró, convocada por Zelmar Gueñol, «La Cruzada del Buen Humor», grupo cómico creado por Tito Martínez del Box que luego se renombró a «Los Cinco Grandes del Buen Humor». El conjunto actoral obtuvo altos niveles de audiencia a fines de los años de 1940. El periodista Arturo Merayo Pérez señaló que «los Cinco Grandes del Buen Humor actúan casi de manera ininterrumpida entre 1950 y 1964. Durante ese lapso se sucedieron diferentes acompañantes femeninas; entre otras, conforman ese creativo grupo: Nelly Láinez, Dorita Acosta y Nelly Beltrán».

Reemplazó temporalmente a Eva Duarte —posteriormente primera dama Eva Perón— en Radio Belgrano y años después, Láinez admitió que gracias a ella logró conservar su trabajo en radio.10​En esa emisora encabezó Casino de la alegría desde 1957 hasta principios de 1960 bajo el auspicio de jabones «Manuelita», con Alberto Olmedo como Amaranto y Héctor Rivera como el Pajarito Peña. Por El Mundo protagonizó el programa radial y televisivo El consultorio de Berta, por el cual fue nominada a la primera ceremonia de los premios Martín Fierro en la categoría de Mejor Actriz Cómica en 1959, en la que perdió ante Olinda Bozán.


Láinez comenzó a actuar en cine a los 30 años. En 1949 fue convocada por el director Carlos Schlieper para realizar un pequeño rol en Fascinación, protagonizada por Homero Cárpena y Susana Campos.​ En 1950, secundó a Los Cinco Grandes del Buen Humor (Rafael Carret, Jorge Luz, Zelmar Gueñol, Juan Carlos Cambón y Guillermo Rico) en dos películas cómicas tituladas Cinco grandes y una chica y Cinco locos en la pista, con guiones de Máximo Aguirre.

Luego de secundar a Alberto Closas en Cuidado con las mujeres (1951), ese mismo año tuvo cuatro propuestas de trabajo; en una de ellas, Pocholo, Pichuca y yo, formó un exitoso trío cómico con Carmen Vallejo y Pepita Muñoz.​

A partir de esa época, comenzó a ser encasillada en roles similares, hecho al que se refirió el autor Abel Posadas en uno de sus libros: «Nelly Láinez y tantos que adornaron los repartos o fueron víctima del crudo encasillamiento, no fueron tenidos en cuenta en su justa medida por la industria».


En 1953 se estrenó Suegra último modelo, de Enrique Carreras, uno de los filmes más importantes del año, donde Láinez fue parte del reparto junto al cómico Gogó Andreu.14​Con anterioridad, había actuado en Vigilantes y ladrones (1952) con el personaje de Camelia.

Desde principios de la década de 1950, fue encasillada en roles cómicos, principalmente el de la solterona, fea y rechazada que era objeto de todo tipo de bromas por parte de sus compañeros, tal como ocurrió en La mejor del colegio (1953) y Amor a primera vista1​ con Lolita Torres y Osvaldo Miranda. Intervino en géneros como el drama, la comedia, el musical y el romance, y se consolidó como figura soporte de Tilda Thamar, José Marrone, Juan Carlos Thorry y Lolita Torres.1​ El escritor Pablo Gorlero la definió en una de sus obras literarias sobre la comedia musical como «una buena actriz cómica que se impuso en el espectáculo correctamente».​

A pesar de su ideología peronista, Láinez no fue censurada luego de la Revolución Libertadora. De hecho en 1955, con el derrocamiento al presidente Juan Domingo Perón, filmó La mujer desnuda.

Acompañó a Carlitos Balá en Canuto Cañete y los 40 ladrones (1964). Luego del éxito de esta película, se efectuaron otras versiones continuadas manteniendo parte del elenco.​ A su vez, interpretó a una manicura en Cuando los hombres hablan de mujeres (1967) para Aries Cinematográfica Argentina y el director Fernando Ayala, quien incorporó al elenco a Luis Sandrini y su esposa, la actriz Malvina Pastorino.

Para Productores Argentinos Asociados (PAA) fue contrafigura de Juan Carlos Altavista y de otros relevantes cómicos en Villa Cariño está que arde y a fines de los años 1960, incursionó en la película El bulín. En la década de 1970 se relacionó laboralmente con los hermanos Hugo y Gerardo Sofovich y fue convocada para Los vampiros los prefieren gorditos, donde se llevó a cabo una parodia del filme estadounidense El Padrino; el personaje de Jorge Porcel poseía un carácter mafioso como el de Don Vito Corleone. En 1977 realizó uno de sus últimos trabajos significativos para La obertura de Julio Saraceni.

En 1980 y 1981 compuso a la madre italiana de Juan Carlos Calabró en Gran valor y Gran valor en la facultad de medicina, las últimas películas realizadas por Láinez.
 

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