
Se cumple el 121° aniversario del natalicio de Edmundo Rivero.
Cantor, músico, guitarrista, compositor y autor.
Nació el 8 de junio de 1902, donde Avellaneda linda con Pompeya sobre el Riachuelo; esto es en el paisaje mismo que describe en Sur, Hornero Manzi. Es hijo de Aníbal Rivero—cantor, guitarrero y funcionario del ferrocarril— junto a quien aprendió los funda-mentos de la ejecución guitarrística a la manera criolla, y de Juana Duro. Se crió en Saavedra y creció en Belgrano. Cursó estudios de canto en el Conservatorio Nacional y en compañía de su hermano mayor Aníbal, frecuentó centros gauchescos y tradicionalistas. Se consagró luego a la guitarra; ofreció recitales compartidos con César Bo y prestó acompañamiento a numerosos cantores y a cancionistas; fue músico estable de Radio Cultura; secundó al dúo Ocampo-Flores; tomó parte como guitarrista y como cantor en la grabación de bandas sonoras para varias películas. En febrero de 1937 fue requerido por Julio De Caro; integró la orquesta de éste como vocalista para la animación de los bailes de carnaval que Clemente Lococo organizaba en el Teatro Pueyrredón de Flores. Colaboró luego con la agrupación de José De Caro hasta que la misma quedó bajo la dirección de Emilio Orlando. A partir de entonces y durante cinco años abandonó su profesión de artista y tomó empleo en el Arsenal de Guerra. Recién en 1944 volvió a cantar en público; Horacio Salgan que organizaba a la sazón su conjunto orquestal, lo invitó a formar en esas filas: Sus ojos se cerraron, Trenzas, Soy del 90, La uruguayita Lucía, fueron algunas de las revolucionarias creaciones ofrecidas entonces. Actuó con Salgan los tres años en programas de Radio El Mundo, en locales de Buenos Aires y Mar del Plata. Pero tanto la avanzada concepción musical de la orquesta como su inesperada voz de bajo, resultaron escollos de muy difícil superación: aquella refinada combinación de canto y orquesta no logró —entonces— alcanzar los estudios de grabación. A principios de 1947 fue llamado por Aníbal Troilo para tomar el lugar que Alberto Marino dejaba vacante; debutó con la orquesta de "Pichuco" el 3 de abril de dicho año en la sala del cabaret Tibidabo y poco después en los estudios fonográficos de la Víctor para realizar sus primeras interpretaciones en discos: Yira Yira de Discépolo y El milagro de Expósito y Pontier. De sus tres años junto a Troilo y de la exquisita amalgama de talentos artísticos que esa alianza involucró queda con fuerza de testimonio antológico, un puñado de realizaciones por cierto ejemplares, entre ellas Tu perro pekinés, Yo te bendigo, El último organito, Tu pálido final y desde luego la culminante expresión de Sur. Registró con Troilo veintidós versiones, algunas en dúo con Floreal Ruiz, otras con Aldo Calderón, y en 1950 ya en la plenitud de sus facultades vocales y altamente valorado por colegas y público, comenzó su prolongada era de solista. Debutó como tal en Radio Belgrano con las guitarras de Pagés, Pessoa, Carné, Achával y Milton. Desde entonces y hasta 1953 alternando ese acompañamiento con el de la orquesta conducida y arreglada por Víctor Buchino, grabó discos para la casa Víctor. Luego se vinculó a T.K., empresa en la cual además de su labor personal, tornó a unir su voz con la orquesta de Aníbal Troilo a fin de registrar La última curda y nuevamente, Sur. En 1956 compartiendo el cartel con Salgan dejó dos versiones en Antar Telefunken de Montevideo para proseguir, desde 1957 su carrera fonográfica en Odeón; dos años después iniciaba su larga instancia de grabaciones para Phi- lips. Para esta casa con marcos orquestales conducidos alternadamente por Héctor Stamponi, Mario Demarco o Roberto Pansera, ofreció varios volúmenes fundamentales entre ellos: Edmundo Rivero Canta a Discépolo, Tangos que Hicieron Época, Mano a Mano con Celedonio Flores; tres ediciones seriadas bajo el título genérico En Lunfardo y una placa de larga duración en la que compartió con la orquesta de Horacio Salgan la grabación de los mismos temas que veinte años antes habían sido rechazados por la fonografía. Esta intensa tarea para el disco fue sólo interrumpida por sus actuaciones en el exterior; en 1959 cantó durante ocho meses en España; en 1965 actuó en el Lincoln Center de Nueva York; en 1967 volvió a los Estados Unidos de Norte América —a ciudades de la costa oeste— luego de una turné por países del Pacífico; en 1967-68 viajó a Japón para cantar en Tokio y en otras ciudades, y en 1969 fundó El Viejo Almacén. Es menester añadir a esta relación de su trayectoria la intervención en las películas Al Compás de tu Mentira (en la que interpretó el tango No te engañes corazón) y Pelota de Cuero (en la que cantó el tango homónimo); la participación en el espectáculo Tango en el Odeón, durante 1963; la colaboración con Astor Piazzolla y con el actor Luis Medina Castro para la grabación en disco Polydor —en 1965— de la suite Hombre de la Esquina Rosada y de otroscinco temas con textos de Borges y música de Piazzolla; la presentación en sucesivos festivales realizados en Buenos Aires, en el interior del país y en Montevideo; la realización de recitales en los teatros Payró, Embassy, Lorca, etc. En distintos momentos de esta carrera artística lo han secundado además de los ya mencionados, los guitarristas Grela, Del Pino, David, Barceló, Moran, Laine. Su obra autoral es numerosa. Con la colaboración de los letristas Mario Batistella, Eugenio Majul, Margarita Duran—o con sus propios versos— ha dado a conocer los tangos Para vos, hermano tango; Yo soy ei mismo; Bronca; por qué nos dijimos adiós; Todavía no; Señor capitán; Pal nene; Calle Cabildo; Pobre rico; Las 10 de últimas; Poema número cero; de las milongas Aguja Brava; Línea 9, A Buenos Aires, Biaba, Amablemente, La Toalla Mojada, La Sólita, El Deschave, Coplas del Viejo Almacén, El Chamuyo, Desde la Cana; de la canción sureña Malón de Ausencia y de muchas obras de corte criollo. Falleció el 18 de enero de 1986.
Fuente: https://laalfredobelusi.blogspot.com/2023/06/se-cumple-el-121-aniversario-del.html